Para conocernos verdaderamente, tal como somos, y no como lo pintan los idealistas filosóficos, se necesita estar solo consigo mismo, ya que si aprendemos sobre nosotros mismos de acuerdo al concepto o de acuerdo a la opinión de otro, solo aprenderemos lo que ello nos diga, pero no lo que somos; de aquí la siguiente reflexión: no es lo mismo el concepto de conocimiento a conocernos.
Al hombre se le ha querido encerrar en ciertos patrones rígidos, estáticos y eso es imposible, ya que somos seres vivientes siempre moviéndonos, fluyendo sin reposar nunca como la corriente de un río. Lo que ayer fue real hoy no lo es.
Aquellos que quieren cambiar, ser diferentes y anhelan ser, deben observar que si el orden que tienen interiormente depende de afuera, éste orden siempre engendrará mediocridad y dependencia psicológica. Casi todos quieren cambiar pero buscan que el maestro lo haga por ellos, pero la realidad es que nadie puede cambiar a nadie.
Cuando nos observemos a sí mismos y lo que descubramos en nuestro interior no lo rotulemos, censuremos, rechacemos, aceptemos y simplemente lo observemos, sin corregir, cuando lleguemos a este nivel de análisis y reflexión, obtendremos de manera natural la transformación interior. Para observar, percibir, se necesita de mucha atención, mucha energía interior.
Si ponemos toda la atención en nuestra forma de vivir, descubriremos que la mente vive en el pasado, ya que todas las ideas son del pasado, no existe un pensamiento nuevo, todas las ideas pertenecen al pasado, de aquí que la mente vuela a podredumbre, porque está muerta, y una mente muerta no es sensible y perceptiva, no puede ver y escuchar, jamás podría percibir el momento, el presente, el ahora; solo una mente viva, fuera del tiempo y no condicionada tiene sensibilidad y percepción.
Es urgente vivir plenamente, vivir de momento en momento, ver, observar, escuchar, percibir, actuar, existir, Ser. Ser Yo Soy la Mágica Presencia de Dios en Acción, es dejar que se exprese el Ser, el Yo Soy y así poder tener día a día un crecimiento, una expansión interior. Dios vive y palpita en la Creación, en cada átomo, él es la Causa Causorum de la existencia. Hay que Ser.
Hay que vivir en atención, la Segunda Joya del Jaguar, de esta manera el Ser poco a poco irá tomando el control pleno de la personalidad y solo así podremos cumplir con el deber cósmico afirmando con seguridad, paz y alegría "Yo Soy lo que el Creador Es, Dios vive en mí y yo en Él".
La atención es una característica natural en el jaguar. El mundo en que nos desenvolvemos todo a nuestro rededor manifiesta y expresa inatención, indiferencia, descuido. Caminando por alguna calle de cualquier ciudad vemos que las personas viven corriendo y van de un lugar a otro de una forma desesperada; de repente vemos a un vendedor gritando, compre, compre, compre x producto y entre grito y grito se lleva una paleta de helado a la boca; otra persona va conduciendo un auto y comiendo la comida que lleva entre las piernas; una tercera vende imágenes religiosas llevando en su boca un aliento a alcohol.
El estado de atención se necesita cuando se quiere comprender los diferentes procesos de la psiquis, la atención solamente existe cuando en nuestro interior hay interés; ponemos nuestra atención cuando algo nos interesa y esto lo saben muy bien los publicistas. Vivir por vivir, comer por comer, nada tiene sentido si no lleva de por medio interés.
La atención es necesaria para aprender, si no hay atención no puede haber aprendizaje, los maestros de las escuelas saben que si los niños no ponen atención, nada se les graba en su memoria, por eso antes de empezar las clases, los maestros siempre le piden a los niños atención, no existen niños tontos, lo que sucede en algunas ocasiones es que la materia que el maestro está impartiendo no le interesa al niño y por eso él no presta atención.
Lo más común entre los seres humanos es vivir en estados de inatención, la misma que embrutece y embota la mente, la vuelve perezosa y reaccionaria; la atención requiere de una mente viva y dinámica. Donde pongamos la atención allí pondremos la conciencia, el Ser. No debemos poner la atención en cosas que no tiene sentido, más bien, llevemos toda nuestra atención al interior de nuestra psiquis con el único propósito de aprender.
Solamente viviendo en estado de atención vivimos el presente, el ahora. Si en realidad queremos comprender nuestras debilidades, frustraciones, limitaciones y traumas interiores, basta poner un poco de atención a lo que ocurre en nuestra psiquis. Hay personas que viven pensando una cosa y haciendo otra totalmente opuesta a lo que sintieron y pensaron, llevándolos esto a un grado de frustración.
La atención es acción inmediata, es comprensión, reflexión, meditación que hace expandir el estado de Ser. Viviendo el momento, estando atento a lo que sentimos y pensamos, estamos día a día en contacto con nuestro Dios interior bebiendo de la Eterna Fuente de la Sabiduría Divina, nos convertimos en discípulos y maestros de sí mismos, sacamos de nuestro Dios interior la enseñanza que necesitamos para ir adelante en este eterno peregrinar al Todo, Absoluto, G.A.D.U., Dios.
La mente necesita ante todo cambiar su estructura, su esencia, la mente como se desenvuelve en el ser humano actualmente no podría servir para alguien que desea en verdad la superación interior. La mente en la mayoría de las personas vive el pasado, en el ayer; esto quiere decir que vivimos recordando, pensando lo que ya vivimos, no se piensa en lo que no se ha vivido, solamente pensamos en lo que ya vivimos; la mente se ha educado para sostenerse en el conocimiento intelectual que es acumulación de teorías, que en el fondo constituyen la estructura de la memoria.
La mente inatenta es aquella que escucha partiendo de una conclusión, opinión o bien siempre está impaciente por llegar a algo. Las mentes de las personas cuando ven o escuchan a un tercero automáticamente lo están comparando con su experiencia, con sus éxitos, con sus formas estrechas de pensamiento, una mente así llena de ansiedades y prejuicios no puede Ser, donde esté la atención, allí está la conciencia, Dios.
Es necesario e importante aprender a estar despierto o vivir en estado de atención; para esto se necesita saber ver y escuchar sin pensar. Estar atento o vivir en atención es un arte, es tener la conciencia de Dios, es Ser, es Dios viendo por los ojos del hombre, o Dios escuchando por los oídos del hombre. Dios el Poder Supremo, el Creador de Universos vive en un eterno ahora, en un eterno presente, por eso solamente la mente que aprenda a vivir en el presente puede percibirlo, comprenderlo y llenarse de Dios. ¡La Presencia de Dios los Ilumine, los Guíe y los Proteja!
Tomado de los Libros "Psicología de la Edad de Oro" y "Las Siete Joyas del Jaguar" del VM Hach Ben Faqui.
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