Definitivamente para superarnos es imprescindible conocernos a sí mismos, no puede haber una verdadera superación sin conocernos y comprendernos. El estado de limitación, atadura y sufrimiento en que se encuentra el ser humano es producto de su ignorancia, pues el hombre es un ser espiritual viviendo una experiencia humana en un cuerpo físico. La capacidad de pensar, de sentir, de emocionarse y de hablar que el ser humano posee y que genera su desdicha en la actualidad, son las mismas facultades maravillosas que han de darle su felicidad, su realización y su libertad. De aquí la necesidad de conocernos a sí mismos.
Hasta hoy se ha hablado mucho de poder de la mente y del poder de los pensamientos pero se ha hablado muy poco del poder del corazón. Hoy se sabe y es científico que todas las impresiones e información que nos llegan del exterior primero se reciben en el corazón y luego son interpretadas por la mente, lo cual nos da una idea más clara del poder del corazón. Lo mismo sucede con la intuición, donde la información es recibida por el corazón y luego ésta pasa a la mente donde es interpretada. Los pensamientos se procesan en la mente, los sentimientos se procesan en el corazón. No hablamos de sentimientos humanos o sentimentalismos cuyo centro de gravedad es la personalidad, estamos hablando de los sentimientos del alma que en el fondo provienen del Ser.
Los Maestros han dicho: “Lo que tú piensas y sientes lo traes a la forma” y esto es la Ley de la Vida. Evidentemente, el pensamiento crea la imagen forma de lo que queremos, pero la forma pensamiento no puede materializarse sin el poder del sentimiento. El sentimiento es el que energiza y da vida a la imagen para que finalmente pueda precipitarse o materializarse. Este es el poder del sentimiento, el poder del corazón. El sentimiento fija, ancla, plasma y cristaliza lo que deseamos hacer realidad en la vida, no basta pensarlo, hay que sentirlo. Es de lo más simple percibir los pensamientos, pero si el ser humano no es capaz de darse cuenta de los que piensa, menos se dará cuenta de lo que siente, ese es el asunto.
La actividad sentimental de la Vida es el punto menos protegido de la conciencia humana, y es la energía acumulada mediante la cual los pensamientos se convierten en cosas. Por eso es muy importante vigilar los sentimientos, ya que el control de los sentimientos como las emociones juega el papel más importante en la Vida para mantener el equilibrio de la mente, la salud del cuerpo, y el éxito en los asuntos y mundo del ser personal de cada individuo. Mientras el ser humano genere y mantenga sentimiento de odio, condenación, lujuria, envidia, celos, crítica, miedo, dudas o sospechas, con toda seguridad atraerá discordia, fracaso y desastre en su mente, cuerpo y mundo.
Cualquier discordia en los sentimientos rompe la Ley del Amor, que es la Ley del Equilibrio, la Armonía y la Perfección. El mayor crimen en el Universo es la emisión casi incesante que hace la humanidad de toda clase de sentimientos irritantes y destructivos. Algún día la humanidad se dará cuenta que las fuerzas destructivas que se manifiestan en la Tierra, generadas por los pensamientos y sentimientos humanos, han entrado en los asuntos de los individuos o naciones solamente por falta de control en sus sentimientos y emociones.
Así como el ruido de una explosión causa un choque al sistema nervioso, generando una sensación de temblor en la estructura celular del cuerpo, de la misma forma los sentimientos de irritación estremecen, perturban y desarreglan la sustancia más sutil de la estructura atómica de la mente, cuerpo y mundo de la persona que los envía. El sentimiento discordante es lo que produce las condiciones que llamamos desintegración, vejez, falta de memoria y todas las demás fallas en el mundo de la experiencia humana.
Darle expresión a los pensamientos y sentimientos discordantes es el camino de menor resistencia y es la actividad habitual del individuo sin desarrollo que se niega a comprender la Ley de su propio Ser y llevar al ser personal a obedecer dicha Ley. La mayor necesidad hoy en día es enseñar a la humanidad a controlar sus sentimientos y emociones, pues es muy fácil caer en los pensamientos y sentimientos discordantes, porque la humanidad está sumergida en un ambiente y una asociación de manifestaciones psicológicas creados por ella misma.
El individuo tiene que hacer un esfuerzo consciente para trascender estas limitaciones, y nadie puede quitar de su vida y mundo la miseria, discordia y destrucción en tanto no controle sus propios pensamientos y sentimientos. Al principio esta disciplina requiere de un esfuerzo determinado y continuo, pero no importa cuánto esfuerzo sea necesario para controlar estas dos actividades, vale la pena todo el tiempo, energía y esfuerzo, ya que sin esto no se puede tener un dominio real y permanente de la vida y mundo. La Verdad de la Vida es que no puedes desear algo que no pueda manifestarse en algún lugar del Universo. Cuanto más intenso sea el sentimiento dentro del deseo, tanto más rápido se logrará. Los Maestros han dicho: “Todo lo que el hombre desea lo puede hacer realidad”.
Es importante comprender que la intención de Dios para con sus Hijos es la abundancia de toda cosa buena y perfecta. Él creó la Perfección y dotó a sus Hijos con ese mismo Poder para crear y mantener la Perfección y expresar el Dominio Divino. La humanidad fue creada a Imagen y Semejanza de Dios, la única razón por la que no manifiestan su Autoridad Divina es porque no se reconocen y aceptan como Hijos de Dios, Seres Espirituales viviendo una experiencia humana en un cuerpo físico que es el Templo de Dios.
La humanidad continuará en este estado de conciencia hasta que acepte a Dios en su corazón como el Dueño, el Dador y el Hacedor de todo el Bien que puede entrar en su vida y mundo. El ser personal tiene que reconocer completamente que la conciencia humana no tiene nada propio, pues hasta la energía por la cual uno reconoce al Gran Dios Interno, la Mágica Presencia Yo Soy, es irradiada al ser personal por el Gran Ser Divino.
El Amor al Gran Ser Interno y la atención mantenida en la Verdad, Salud, Libertad, Paz, Suministro o cualquier otra cosa que puedas desear para un uso correcto, lo traerás a tu mundo si lo mantienes persistentemente en tu pensamiento y sentimiento conscientes, tan seguro como que existe la Gran Ley de Atracción Magnética en el Universo.
Cuando los Maestros dicen “lo que piensas y sientes lo traes a la forma”, ya hablamos que lo que fija, ancla, cristaliza y plasma una forma pensamiento es el poder del sentimiento, la energía del corazón, el poder del corazón. El Amor es la Fuerza cohesiva del Universo y el poder de atracción es un aspecto del Amor y del corazón. El pensamiento es una Fuerza centrífuga, el sentimiento es una Fuerza centrípeta; el pensamiento es expansivo, el sentimiento es restrictivo; el pensamiento nos lleva hacia afuera, el sentimiento nos lleva hacia adentro; el pensamiento divide, el sentimiento unifica; el pensamiento separa, el sentimiento ancla; el pensamiento es repulsión, el sentimiento es atracción. El Amor al Gran Ser Interno es la forma de anclar en el corazón y en cada parte de nuestros cuerpos, en cada órgano, célula, molécula y átomo de nuestros cuerpos al Ser que cada uno de nosotros Es, la Presencia Individualizada de Dios Yo Soy. ¡La Presencia de Dios los Ilumine, los Guíe y los Proteja!